La gente me señala, me apuntan con el dedo, susurra a mis espaldas y a mi me importa un bledo. que más me da si soy distinta a ellos, no soy de nadie, no tengo dueño. Yo sé que me critican, me consta que me odian, la envidia les corroe, mi vida les agobia. ¿Porqué será? Yo no tengo la culpa, mi circunstancia les insulta. Mi destino es el que yo decido, el que yo elijo para mi.
A quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga, yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré. Quizá la culpa es mía por no seguir la norma, ya es demasiado tarde para cambiar ahora. Me mantendré firme en mis convicciones, reportaré mis posiciones...
A más de uno le sonaría esta canción, comparto ideas con su letra, pues me siento bastante identificada con la situación que explica.
Todos tenemos derecho a ser diferente, ya lo dicen, la diferencia marca sobre el resto.
¿Qué grácia tendría, todos iguales, todos siguiendo una moda? Cómo por ejemplo, la moda estética, a la que considero muy inferior humanamente hablando, ya que imponen una idea de superficialidad que desde luego no va conmigo.
Lamentándolo mucho, vivo en otro mundo muy distinto al que me gustaría vivir, no se puede tener todo, pero si se puede respirar en una burbuja distinta al grupo social llamado mundo, pues la idea de globalizar, generalizar las cosas, no me gusta nada.
martes, 21 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario